**Contenido explicito – para mayores de 18 años **

Contiene violencia, abuso fisico, abuso sexual, MUERTE

Todas las parejas que desean tener hijos quieren poder criarlos en un lugar que sea seguro y que permita inculcar buenos principios y valores morales, eso resulta ser un inconveniente porque no es fácil encontrar un lugar así. Existe un pueblo bastante alejado de cualquier ciudad que parece cumplir con esos requerimientos, Ecatrimburgo es así y más, pues una de sus características es que fomenta el modelo de familia tradicional donde el hombre es quien trabaja para llevar el sustento a su familia y la mujer se queda en casa para criar a los hijos a simple vista el lugar ideal para cualquier pareja que busca cumplir ese hermoso sueño de ser padres. No obstante como casi en todas las cosas hay un pero, Ecatrimburgo es un pueblo fiel a sus costumbres y tradiciones por eso es prácticamente imposible que hayan casas disponibles ya que ahí han vivido las mismas familias por generaciones. 

Ecatrimburgo, pueblo conocido por no aceptar visitantes con mucha frecuencia y por mantener vivas sus tradiciones. Del pueblo solo se sabía lo que el alcalde o sus allegados querían contar al mundo y eran muy pocas las personas que podían conocer tan pintoresco pueblo, por eso las imágenes que se podían encontrar del pueblo eran algo antiguas y solo de sus festividades o de sus hermosas calles con arquitectura colonial, que podían hacer sentir a las personas que habían hecho un viaje en el tiempo pero sin perder ciertas comodidades de estos tiempos.

Laura y su esposo Emilio son miembros del pintoresco pueblo lo que quiere decir que ellos vienen de las familias que por generaciones han vivido ahí, por lo tanto también es su responsabilidad mantener vivas esas tradiciones que los caracterizan.

En Ecatrimburgo es obligatorio que en cada una de las casas tengan un radio el cual permanezca encendido a diario durante todo el día para que todos sus habitantes escuchen los programas que transmiten por Patriota Ancestral la única emisora del pueblo pero especialmente “Esposas Devotas” el programa hecho especialmente para las mujeres, este programa instruye a todas las mujeres de cómo deben comportarse en la sociedad pero especialmente en sus hogares, por eso no había ninguna posibilidad de que ni una sola de las mujeres del pueblo se quedará sin escuchar el programa.

Laura habiendo vivido toda su vida en el pueblo y siendo un miembro activo continuó con la tradición desde pequeña escuchaba devotamente el programa a diario sin falta. Ella solo replicaba la enseñanza de su madre la cual asuvez había replicado la enseñanza que le dieron en su niñez.

Para los ojos de la mayoría del pueblo Luara era una joven mujer con un esposo atento y además joven igual que ella, parecia que tenia una vida perfecta salvo por el hecho de que acababa de perder su segundo embarazo, lo que le ocasionó un trauma tan grande que hizo que ella empezara a desvariar perdiendo la lucidez de su mente y el control de sus acciones, ya que le provocó lapsos de histeria que en momentos la llevaron a atentar con la vida de su esposo incluso su propia vida, por lo que Juan amigo de su esposo y además el psiquiatra del pueblo le receto medicamentos que hacían que la mayoría del tiempo estuviera con somnolencia razón por la cual ella pasaba mucho tiempo dormida. Esto hizo que Laura no estuviera consiente de todo lo que le habia pasado pero también le causaba que ella no pudiera realizar los quehaceres de su hogar por lo que su cuñada Maria se había mudado con ellos para ayudarla con los quehaceres de la casa y así, ella pudiera recuperarse por completo de lo sucedido.

Un día Laura se despertó sintiéndose con muchos ánimos era como si no recordara nada de lo sucedido; así que siguió con la rutina que había tenido desde siempre, solo le preocupaba que ya era tarde y no había preparado la comida así que se apresuró a preparar la comida.

Mientras Laura prepara la comida para su esposo y escucha la radio como de costumbre, en la radio suena la única emisora del pueblo, Patriota Ancestral que transmite su programa habitual  “Esposas Devotas”el programa que enseña a las mujeres todas las costumbres necesarias para ser buenas esposas.

En la radio se escucha la voz de una mujer mayor diciendo: Una esposa devota es aquella que siempre pone a su marido primero ante cualquier circunstancia de la vida. “Su mundo empieza con él y termina con él, o cuando él así lo quiera”…  

Al escuchar la frase sintió que algo no estaba bien; era como si su cuerpo tratara de decir algo porque ya no le respondía…

Laura intentó seguir preparando la comida pero de pronto el cuchillo se le escurrio de las manos; ese fue el detonante que provocó en su mente un estallido.

Y en ese momento su mente se llenó de pensamientos y recuerdos que la obligaron a darse cuenta de que aún sigue en el mismo lugar y perdió la compostura empezó a tirarlo todo y a gritar, la rabia que sintió fue tan intensa que no se podía controlar pero aún más inmensa fue su decepción por eso llegó a la conclusión de que la única salida que le quedaba era, quitarse la vida.

Pero hizo tanto alboroto que Maria su cuñada aun estando en su habitación la escuchó;

no fue la única persona en escucharla ya que Maria no estaba sola en ese momento. Y justo en el momento que Laura recogió el cuchillo del piso para acabar con su sufrimiento entró alguien a la cocina y la detuvo agarrándola fuertemente de la mano, que crees que haces preguntó su “Salvador” y ella le respondió: tomó el único camino que me dejaste.

¡No seas estupida yo no voy a permitir que acabes con tu vida solo porque tienes un arrebato de locura!.

¡No es ningún arrebato de locura como tu dices! Solo no quiero acabar igual que muchas mujeres en este pueblo, no quiero que me pase lo mismo que le pasó a mi madre. No soy capaz de soportar lo mismo que ella soportó por tanto tiempo. Le dijo Laura mientras observo que le hacían falta los pantalones y que detrás de él estaba Maria la hermana menor de ese Monstruo.

Emilio harto de ella ya no pudo soportar escuchar todo lo que estaba diciendo y le gritó: ¡Callate! mientras que de un empujón la tumbó al piso, y le exigía a punta de golpes y gritos: ¡Cierra la boca! quien te crees que eres para querer ser tu quien tome la decisión de como acabará tu vida, ese privilegio es solo mio y no te voy a permitir que me lo robes, tu no vas a mancillar mi honor, no se detuvo hasta que vio que el piso ya estaba muy manchado con la sangre de Laura.

Al observar como la sangre cubría su rostro y su ropa estaba desgarrada por la pelea su “Salvador” se sintió “inspirado” para deleitarse con el frágil cuerpo de su esposa.

Al quitarse de encima de Laura mientras y se sacudía la sangre con satisfacción en el rostro le dijo con tono de burla e ironía: ¡Ya deberías tener claro que en este pueblo las mujeres no tienen voz ni voto su obligación es aceptar la voluntad de nosotros “Los Hombres”, así ha sido siempre y las cosas no van a cambiar solo porque una miserable como tu no está de acuerdo con nuestras tradiciones!.

Ya va siendo tiempo de que te vayas haciendo a la idea de que tu vida me pertenece y ésta acabará cuando yo así lo quiera te queda claro. Ahora levántate y limpia todo este desorden que causaste, ¡más te vale que no quede mancha alguna de tu asquerosa y repugnante sangre!. 

Mientras su “Salvador” se regodeaba en su descaro no se percató de que Maria su hermana menor había tomado el mismo cuchillo que cayó a sus pies durante la discusión cuchillo con el que Laura quiso quitarse la vida, lo sostuvo tan firmemente como pudo y se abalanzó sobre él y lo apuñaló por la espalda una y otra vez, y otra vez, y otra vez y sólo pudo detenerse hasta que Laura la abrazó y le dijo, basta Maria se acabó el “Monstruo” ¡ya está muerto!.

Ese día Emilio no fue el único hombre en tener problemas en su casa. Por alguna razón desconocida todas las mujeres del pueblo sintieron el mismo detonante que las hizo enloquecer.

“Quizás fue la frase que escucharon en el programa o quizás el sonido del disparo que le siguió”

Pero ese día en cada casa de Ecatrimburgo las mujeres que habían sido silenciadas y que habían sufrido de maltrato y abusos por generaciones por fin pudieron alzar su voz y se hicieron oír; se levantaron y revelaron contra sus opresores.

Aquel día ocurrió que, como un caso muy raro de histeria colectiva en todas las casas del pueblo y cada una de las mujeres sin importar su edad tuvieron el mismo arrebato y en cada una de las casas se llegó al mismo final el exterminio de cada uno de los monstruos que atormentaban a las buenas mujeres del pueblo. Aunque no todas pudieron sobrevivir las que sí lo hicieron honraron el sacrificio de cada una de las madres, hermanas, tías, hijas y amigas que habían perecido por la salvación de las suyas.

Ese día fue el último día que se transmitieron todos los programas de la emisora Patriota Ancestral, pero especialmente el programa “Esposas Devotas”. 

En las semanas siguientes cualquiera que visitara Ecatrimburgo podía sentir la inmensa paz que había en el pueblo, era como si se tratara de un lugar completamente diferente.

Ahora Laura y Maria por fin tenían esa vida que soñaron por tanto tiempo, una vida tranquila y sin abusos al igual que las demás mujeres del pueblo.

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